Leyendo el periódico un día lunes, encontré una columna muy interesante con la cual me identifique, paso a pegar parte de la ya mencionada
Francia, 1589. Muere asesinado en el espiral de violencia de las Guerras de Religión, el católico Enrique III de Valois, sin hijos, el último de su estirpe. Debe sucederlo según la ley un pariente lejano, Enrique de Borbón, rey de Navarra. Hay un problema, sin embargo. El legítimo heredero al trono es protestante. Es más, el campeón de la Liga Protestante. Queriendo hacer valer el derecho dinástico y sus principios religiosos al mismo tiempo, Enrique de Navarra da inicio a la guerra civil. Francia, de mayoría católica, lo rechaza.
Durante 4 años el heredero da batalla por sus derechos y por sus principios hasta que, finalmente, cae en la cuenta de que nunca será aceptado rey si sigue protestante. Entonces pronuncia la célebre frase: “París bien vale una misa”. Adiós “principios”. Solo entonces prevalece su derecho. Es coronado rey católico, como Enrique IV, en 1594. No se olvida sin embargo de “sus” protestantes. Con el poder que ya le otorga la corona los favorece y promulga el Edicto de Nantes, concediéndoles varias libertades antes impensables. Católicos y herejes conviven por fin en paz.
"Las personas no cambian" era algo de lo que estaba seguro, pero ahora he cambiado mi forma de pensar. Las personas solo cambian si hay algo que realmente desean en este mundo, algo por lo que valga la pena luchar e incluso hacer sacrificios.
En mi caso tuve la suerte de encontrar algo que queria, después de algún tiempo lo conseguí y también lo perdí, lo perdí por ser un idiota. Pero acaso no cambié ya? cambié por que lo queria nuevamente. Aunque siendo honesto ya no estoy seguro de ese sentimiento.
Estoy decepcionado de mí mismo, todo lo que hice fue por pura vanidad, nunca obre por amor a esa persona, lo hice por mí. Para demostrarme que podia lograrlo, me doy asco, en el fondo lo sabia pero no queria aceptarlo (incluso ahora no quiero) por que sabia que me iba a lastimar.
Como pude ser tan cruel? como pude lastimarla simplemente por vanidad?, aún sabiendo que ella era una escultura dañada, aún conociéndola como la conozco e incluso pensando como ella piensa pude cometer tal felonia. Solo puedo imaginar como te sentiste, pero me basta para saber que no tengo perdón.
Si estas palabras llegan a ti solo quiero decirte cuanto lo siento, se que no deseas verme (no te culpo, quien lo haria) solo te ruego que no me odies (se que estoy pidiendo demasiado). No importa donde me encuentre yo, siempre te recordaré con cariño y atesoraré cada momento vivido a tu lado.
