Lucia no esta, partió el 20 de junio del 2012 a las 9:45pm, no pude verla por ultima vez (no me lo permitió) me llamo el mismo día de su partida para decir adiós, aun no se porque tuvo que torturarme de esa manera cuando yo estaba tratando de dejar todo en el pasado resignado a perderla (nunca fue mia) engañándome a mi mismo diciéndome que esa historia nunca sucedió -mejor dicho nunca debió suceder- y sobre todo arrepintiéndome de mis actos.
Admito que me sorprendió su llamada, en cierto punto me cautivo, me dio la falsa sensación de que no todo estaba perdido y que en realidad muy pero muy en el fondo ella sentía algo por mi, mínimo tal vez, pero a fin de cuentas algo que ella tampoco podía negar.
Me dijo que me cuide, que madure, que me interese en cosas que valgan la pena, que estudie, en fin tantas cosas que no haría por mi mismo debido a mi completa falta de interés en el futuro.
A medida que la conversación avanzaba se hacían mas grandes las promesas y mas grandes las mentiras: "nos volveremos a ver, te lo prometo", "si todavía me amas lucha por mi" o "en algunos años viviremos juntos" fueron algunas de las frases que su lengua viperina susurro en mis oídos encantados por su dulce voz.
Yo no hacia mas que escucharla embrujado por sus palabras, tentado por mis deseos mas intrínsecos, sabiendo muy en el fondo que nada de lo pactado se iba a cumplir, sabiendo que no eran mas que promesas vacías y sueños utópicos. Aun así me obligue a mi mismo a creer, me cegué voluntariamente, me force a caer en las mentiras ya que en algún lugar muy en el fondo de verdad quería creerlas.
Al fin me dijo que se tenia que ir, que su avión despegaría pronto, le rogué que no me olvide y ella respondió que nunca podría hacerlo aunque quisiera -me sentí feliz al oír eso- colgamos y me quede con un vació en mi interior.
Pasaron semanas sin saber de ella, hasta que un día cualquiera perdiendo el tiempo en una red social apareció un mensaje (era de ella) estaba muy contento. En el mensaje decía que estaba bien, que vivía cerca al mar, que estaba feliz aunque a veces se aburría y me extrañaba.
Respondí inmediatamente, le dije que estaba aburrido en la universidad pero aun así iba a mis clases, que no me iba tan mal (contrario a lo que todo el mundo supone y yo mismo espero) y que yo también la echaba de menos.
Le pedí su numero telefónico -quería escuchar su voz desesperadamente cuando por fin tuve todos esos dígitos en mi poder, llame -no les voy a mentir, llame ilusionado- y cuando por fin contesto mi corazón se acelero, las manos me sudaban, las palabras salían con dificultad pero nada de eso importaba era ella, era mi amada lucia al teléfono.
Contestó emocionada, riéndose le parecía gracioso que al apenas darme su numero yo haya marcado casi instantáneamente Hablamos de cosas sin importancia, lo de siempre, como estábamos, que hacíamos incluso intercambiamos algunos chismes sobre amigos comunes.
Prometí que la llamaría por lo menos una vez por semana, así su ausencia no me afectaría tanto. Y así fue, la llamaba seguido sin saber que eso seria lo que le pusiera fin a mi amor por ella.
Fue así como transcurrieron los días las semanas y los meses, las llamadas eran siempre de lo mismo, era casi como si tuviéramos un guion preparado al cual nos apegábamos religiosamente -sinceramente a veces me aburría hablar de lo mismo-.
Es así como con esas conversaciones telefónicas el "fin" de mi historia con Lucia, al final no eramos mas que dos extraños al teléfono.
Solo me queda decir: Gracias Lucia, gracias por hacerme una mejor persona, gracias por enseñarme lo que es el amor (aunque se que tu no lo sentiste de la forma en la que yo lo hice), gracias por preocuparte por mi y regañarme cuando nadie mas lo hacia, gracias por hacerme reír gracias por hacerme llorar, gracias por hacerme sentir tantas cosas que nunca antes había sentido y que estoy seguro que nunca mas volveré a sentir (por lo menos no con esa intensidad) por todo eso e infinitas cosas mas sinceramente Gracias!
Le pedí su numero telefónico -quería escuchar su voz desesperadamente cuando por fin tuve todos esos dígitos en mi poder, llame -no les voy a mentir, llame ilusionado- y cuando por fin contesto mi corazón se acelero, las manos me sudaban, las palabras salían con dificultad pero nada de eso importaba era ella, era mi amada lucia al teléfono.
Contestó emocionada, riéndose le parecía gracioso que al apenas darme su numero yo haya marcado casi instantáneamente Hablamos de cosas sin importancia, lo de siempre, como estábamos, que hacíamos incluso intercambiamos algunos chismes sobre amigos comunes.
Prometí que la llamaría por lo menos una vez por semana, así su ausencia no me afectaría tanto. Y así fue, la llamaba seguido sin saber que eso seria lo que le pusiera fin a mi amor por ella.
Fue así como transcurrieron los días las semanas y los meses, las llamadas eran siempre de lo mismo, era casi como si tuviéramos un guion preparado al cual nos apegábamos religiosamente -sinceramente a veces me aburría hablar de lo mismo-.
Es así como con esas conversaciones telefónicas el "fin" de mi historia con Lucia, al final no eramos mas que dos extraños al teléfono.
Solo me queda decir: Gracias Lucia, gracias por hacerme una mejor persona, gracias por enseñarme lo que es el amor (aunque se que tu no lo sentiste de la forma en la que yo lo hice), gracias por preocuparte por mi y regañarme cuando nadie mas lo hacia, gracias por hacerme reír gracias por hacerme llorar, gracias por hacerme sentir tantas cosas que nunca antes había sentido y que estoy seguro que nunca mas volveré a sentir (por lo menos no con esa intensidad) por todo eso e infinitas cosas mas sinceramente Gracias!
