jueves, 21 de junio de 2012

Tarde olvidada (bueno casi)

  

No se porque nunca publique esta historia, creo que simplemente la olvide entre mis borradores aunque ahora que la encontre la lei con una sonrisa.

Yo pense que era mas fuerte que tu, pense que ya habia encontrado a algo mejor e incluso pense que mis sentimientos hacia ti habian muerto. Entonces que paso con todo lo dicho? Todo lo orquestado?.


Fue simple, se resumio en cariño, costumbre, deseo e incluso un poco de esperanza. Simplemtente no pude negarme, incluso despues de haberlo ensayado mil veces frente al espejo, ese mismo espejo que te refleja cada vez que nos reunimos en ese lugar tan miserable al que me acostumbre a llamar hogar.


Ese dia acordamos vernos para charlar inofensivamente (casi nunca pasa eso), me preguntaste si queria tener sexo ese dia. Te respondi que no, te explique mi situacion, mis ataduras. Creiste que estaba en alguna clase de terapia, respondi que no, que mi negativa era por iniciativa propia.


Te molestaste, me dijiste que te habia dolido el rechazo, que no entendias el porque del dolor (yo tampoco debido a que siempre me diste poca importancia) pero que aceptabas (obvio de mala gana) pasar la tarde inocentemente.


Te espere en la puerta, como siempre, te salude sin mayor entusiasmo y entramos a mi casa. Te pedi que esperaras en la sala mientras yo tomaba una ducha ya que habia pasado todo el dia en la calle y me sentia sucio (accediste y me esperaste pacientemente). Ya terminada mi ducha fui a tu encuentro, te propuse subir a mi cuarto para tumbarnos en la cama a ver cualquier cosa solo por pasar el tiempo, accediste sin mucha insistencia.


Las cosas se complicaron, estabamos los dos tirados en la cama mirando una serie sobre vampiros con alto contenido sexual (elegi esa serie sin mala intencion lo juro!). Estabamos muy cerca uno del otro, sentia tus muslos, tus brazos, tus pechos.


Me acerque mas a ti y empece a hacerte cosquillas (eso si lo hice con toda la mala intencion del mundo), tu te reias, te retorcias y yo aprovechaba para tocarte mas, rozarte mas. Tu sabias lo que yo planeaba, lo que yo necesitaba, era tenerte una vez mas.


El deseo fue mas fuerte que mis ideas, te pregunte si podiamos tirar, te reiste y respondiste que si (ya sabias que no me iba a resistir). Te sentaste a horcajadas sobre mi, empezaste a moverte mientras yo acariciaba tu espalda y besaba tu cuello y tus pechos (si tengo debilidad por tus pechos).


Deslice mi mano por debajo de tu ropa, te quite el brassier sin dificultad y de un golpe cambiamos posiciones, ahora yo estaba arriba, mientras te quitabas el pantalon busque un condon desesperadamente (te reiste al ver lo torpe que puedo ser).


Al penetrarte senti un escalofrio que recorria todo mi cuerpo, solo contigo me pasa eso, nos besamos bruscamente, salvajemente. Seguimos forcejeando, yo golpeaba mas fuerte hacia tu interior, te quejabas un poco, pedias que lo hiciera mas despacio porque te dolia (por favor ambos sabemos que soy un bruto).


Me segui moviendo fuertemente contra ti, obviamente tu tampoco eras presa facil, te aferraste a mi espalda cual gato y luchamos por darnos placer, ese placer que tanto necesitamos ambos. Increiblemente es tan grande esa necesidad que incluso despues de todo el daño hecho las cosas todavia funcionan entre tu y yo.


Tu acabaste primero con un gemido ahogado, luego termine yo gimiendo un poco fuerte aunque me besaste para callarme.


Encendi un cigarrillo y lo compartimos, los dos exhaustos despues de esa faena. No hablamos, solo nos mirabamos, yo acariciaba tu pelo mientras besaba tus mejillas (a veces me pongo cariñoso despues del sexo).


No pasaron ni diez minutos hasta que tuve otra ereccion, me miraste algo sorprendida (me sonroje) respondi con cara de suplica a lo que me sonreiste traviesamente. Asi que volvimos a lo nuestro, esta vez duro mas, fue mas fuerte, mas violento, te viniste dos veces mas, estabas sin aliento. Justo antes de terminar la saque y te pedi que me masturbaras (ahora te sonrojaste tu).


Tomaste mi pene con una mano y empezaste lenta y deliciosamente, cada vez un poco mas fuerte, un poco mas rapido (yo estaba extasiado, no podia nisiquiera pensar) hasta que termine manchando tus manos con mi semen.


Te burlaste de mi y de mis palabras entrecortadas (no te culpo, mi cara debe haber sido muy graciosa en ese momento). Fuiste al baño a limpiarte mientras yo seguia casi muerto en la cama, volviste y te dejaste caer a mi lado, nos abrazamos dejando que el silencio nos abrume.


En esos instantes con el silencio reinando pude darme cuenta de algo. No eres tu, soy yo! No eres tu la que me lastima, soy yo al negar mis deseos. No eres tu la que gana, soy yo al tenerte a mi lado. No eres tu la que llora en sueños, soy yo el que lo hace al reprimir mi dolor. No eres tu la que tiene la culpa, soy yo al culparte por mi debilidad.

Video de la semana!!!!!